El nombre de José Benito Barros Palomino está escrito con tinta imborrable en la historia de la música y la cultura colombiana. A pesar de eso y a sabiendas de que su obra y su legado pasaron a la posteridad, su hijo, el productor Adolfo José Barros Caraballo decidió rendirle un homenaje que él mismo califica como algo más que eso: “es una carta que le envío a él en su espacio espiritual”.

Se trata del álbum ‘A mí padre… 100 años de Cumbia y Salsa’, una obra compuesta por 10 canciones y un bonus track, de las cuales cinco son de la autoría de su padre (El patuleco, El alegre pescador, El picaflor, Navidad Negra y Rosa blanca) y cinco fueron compuestas por él para esta ocasión (Ponme la manito, Nunca nadie, El pito e’ la marimonda, Candela y Descarga #1).

“Lo que me incitó a grabar el disco fue que el año pasado Heriberto Fiorillo y Rafael Bassi me invitaron al Carnaval de las Artes a un homenaje que se la hacía a mi papá por los 100 años de su natalicio, entonces yo presenté unos arreglos de música de él y la acogida fue grandísima. Al llegar al hotel había suecos, irlandeses, italianos que me felicitaron por ese trabajo. Heriberto y Rafael se dieron  cuenta de la acogida y me invitaron a hacer un disco. Ahí empezó el gusanillo”, contó Adolfo Barros.

Sobre su cuota en esta producción, Barros indicó que le puso como ingrediente especial el folclor barranquillero.

“Los temas de mi padre ya los tenía, pero les hice unos cambios al folclor barranquillero. En el Carnaval de las Artes solo presenté acordes con saxofón soprano, pero ahora les metí gaita tambor, alegre y llamador”, contó.

El disco cuenta con las participaciones de los artistas Joche Velilla, Perla Pompeyo (su esposa), Martha Barros (su hermana), Jorge Bojaca y Laura ‘La China’ Hamburger. 

“Cuando él me habló del proyecto me dio mucha alegría porque me estaba incluyendo. A mí me encanta lo que es la cumbia y más el arreglo que él estaba haciendo. Me sentí muy contenta que él me llamara a este maravilloso proyecto. A nadie se le había ocurrido hacer esto en medio de tantos homenajes”, dijo Martha Barros. 

“En esta serie y lo que representa apenas debutar porque siempre había estado tras bambalinas”, narró Adolfo Barros, quien fue bajista y cantante de la Orquesta Country Club de Marcos Newball; trabajó con La Sonora del Caribe; la orquesta de Adolfo Echeverría; Los Titanes de Colombia; Onda Tres de Jimmy Salcedo, Los 8 de Colombia; La Tropibomba; Los Rivales; Mambore; La Reencarnación; Colombia All Stars; Grupo Niche; Fruko y sus Tesos; la Sonora Dinamita, Grupo Camagüey, entre otros. 

Hace 23 años, Adolfo Barros vive en Miami, pero decidió hacer el trabajo en Barranquilla, desde la masterización, pasando por la composición de las canciones y también quiere que el lanzamiento en Colombia se haga en la capital atlanticense. Y aunque no hay fecha aún de la presentación se estima que sea a mediados de octubre. 

Tanto Adolfo como Martha coincidieron en que fue interminable la lista de emociones que confluyeron durante la grabación del álbum y destacaron que para los hermanos Barros la canción más grande de su padre fue Navidad Negra, incluso por encima de La Piragua. 

“Es una canción con una letra maravillosa”, indicó Adolfo.

Por último aseguró que quiere enviar un mensaje a toda Colombia con este trabajo, un mensaje de identidad y apropiación.

“Si van a hacer salsa hagan salsa propia, si van a hacer cumbia que sea autóctona. La salsa de Barranquilla es la mejor salsa del mundo, es la salsa que mejor se baila de todas las salsas por encima de la neoyorquina, la cubana, la caleta, de todas. Ese es mi mensaje para los músicos en colombianos”, puntualizó.